Welcome to the panic room

 Las habitaciones son reflejos de la mente, cada persona la moldea a base de su personalidad o sus gustos, el problema es que la gente tiene tantas personalidades que seria bastante difícil incluí todas en una simple habitación, además de tener en cuenta que los pedazos de tu mente son difíciles de pasar al plano material, por ejemplo yo estoy todo el tiempo pero no tengo ninguna de lagrimas o algo que lo haga parecer, aunque las cosas simples pueden relacionarse con eso, como mis dibujos pegados en mi armario o algunos juguetes que podrían tener indicio de eso. A su vez un cuarto es una tumba de recuerdos, cosas perdidas, y pequeños sueños que se quedaron olvidados con el tiempo, como la historia de un juguete que no recordabas hasta verlo o un mensaje que dejaste olvidado debajo del colchón. Estas palabras me recuerdan cosas, momentos, pero mi mente a quedado en blanco de esos recuerdos por el sonido de mordisqueo de mi animal. 

Se es mas difícil de recordar algo cuando se intenta con mucha determinación, los recuerdos son como televisores rotos, un golpe no siempre es la solución pero de vez en cuando funciona y podes ver bien el canal, como ahora que tengo este recuerdo de cuando mi pieza todavía no era divida y se vivía de a dos. Viendo la televisión y un bebe en su propio sillón, viendo una película divertida pero no muy apta. Los recuerdos son la única cosa que nos aferra al pasado, que nos permite revivirlo como si todavía existiera, no puedo cerrar los ojos y ver la escena claramente, pero si me concentro solo un poco recuerdo el clima, las caras, aunque ya estén un tanto borradas, y el ambiente, eso es lo importante, porque el ambiente esta ligado de las emociones y las emociones en ese momento en particular eran felices,  recuerdos vienen cada vez mas a mi, eran recurrentes esos momentos, era feliz, es extraño tener sentimientos de melancolía mientras recuerdo que tan feliz era en un pasado que ya jamás volverá a suceder.

Siempre he creído que tu habitación tendría que tener el color que tiene tu alma.
El chico de las Estrellas creo un mundo nuevo, perfecto y a su medida en su habitación.
Y estoy segurísimo de que su alma es bastante así.

Mi habitación es una mezcla de desorden y orden, bailan en el compas eternos de los opuestos amantes aquí dentro, en las mañas tiene color mas rojizo debido a mis cortinas y las blancas paredes se ven mas rosadas, en la tarde ningún rastro de luz natural debe entrar por las ventanas para no afectar la sinfonía de tristeza proveniente de mi interior, mi cama tiene un acolchado de estrellas, me mantiene caliente y eleva mis sueñas, este cuarto es el universo alterno donde una adolescente y una niña son amigas, lleno de juguetes en cada rincón que puedas ver y con libros mirándose fijamente desde extremos opuestos, recolectando veladores que no alumbran desde hace tiempo, con proyectos sin finalizar y mugre que es limpiada cada día pero aun así regresa al despertar. Es mi universo alterno, mi puerta cerrada me permite evita la sucia realidad, con la que a veces fantaseo y a veces me tiñe de miedo hasta los huesos, este universo albergado en mis cuarto paredes me dice que puedo romper, llorar, reír, decir cosas estúpidas y de igual forma seria bienvenida, porque yo cree este universo, puedo cambiarlo en cualquier instante como ya he hecho pero aun así el pasado prevalece.